30 de junio de 2009.
Santa Ana. Salamanca.
Hace escasamente un mes un amigo me preguntaba extrañado por la ausencia de los parroquianos típicos que siempre estaban entre el público del Santa Ana, clientes habituales del bar, no eventuales como los que sólo vamos por allí los martes.
La respuesta en mi estado en tercera persona del facebook de anoche: Jara García viene muy cabreada de un concierto que esperaba con muchas ganas y que dos trasnochados le han jodido pero bien.
Han vuelto... eran dos pero parecían una manada de elefantes en una cacharrería... otras veces resultan graciosos, un par de frases a las que les responde el artista de la noche desde el escenario y fuera, o como mucho algo de interactuación como aquel día de Javi Delgado... pero ya.
Si ya me suele dar apuro ir a los conciertos de cantautores que vienen de fuera a sabiendas de que no van ni a cubrir gastos del viaje, anoche me sentía peor todavía, Salvador venía desde Madrid sin mas ánimo que repartir sus canciones, de contarnos su historia y no encontro ni la calma ni el respeto necesarios.
Aún y así vibramos con su voz (y qué voz!)... y entre interrupción e interrupción que se fue tomando con un asombroso buen sentido del humor supimos un poco más de él, de su abuelo y los tangos... algunas canciones de su padre y las siestas de espantapájaros... su madre y su abuela... su amiga Ana, ah, no, Elena... y resumiéndolo todo en esta versión de Fito Páez fuera de micro (quién quiere micro con esos pulmones?).
Llevaba tiempo siendo uno de mis conciertos pendientes... y lo seguirá siendo, no lo tacho de la lista, espero que nos volvamos a ver pronto... entonces me daré cuenta de cuando se equivoca con las letras... y me las sabré todas, no sólo las que hay en su myspace... no hay mal que por bien no venga (o quien no se consuela es por que no quiere).
Santa Ana. Salamanca.
Hace escasamente un mes un amigo me preguntaba extrañado por la ausencia de los parroquianos típicos que siempre estaban entre el público del Santa Ana, clientes habituales del bar, no eventuales como los que sólo vamos por allí los martes.
La respuesta en mi estado en tercera persona del facebook de anoche: Jara García viene muy cabreada de un concierto que esperaba con muchas ganas y que dos trasnochados le han jodido pero bien.
Han vuelto... eran dos pero parecían una manada de elefantes en una cacharrería... otras veces resultan graciosos, un par de frases a las que les responde el artista de la noche desde el escenario y fuera, o como mucho algo de interactuación como aquel día de Javi Delgado... pero ya.
Si ya me suele dar apuro ir a los conciertos de cantautores que vienen de fuera a sabiendas de que no van ni a cubrir gastos del viaje, anoche me sentía peor todavía, Salvador venía desde Madrid sin mas ánimo que repartir sus canciones, de contarnos su historia y no encontro ni la calma ni el respeto necesarios.Aún y así vibramos con su voz (y qué voz!)... y entre interrupción e interrupción que se fue tomando con un asombroso buen sentido del humor supimos un poco más de él, de su abuelo y los tangos... algunas canciones de su padre y las siestas de espantapájaros... su madre y su abuela... su amiga Ana, ah, no, Elena... y resumiéndolo todo en esta versión de Fito Páez fuera de micro (quién quiere micro con esos pulmones?).
Llevaba tiempo siendo uno de mis conciertos pendientes... y lo seguirá siendo, no lo tacho de la lista, espero que nos volvamos a ver pronto... entonces me daré cuenta de cuando se equivoca con las letras... y me las sabré todas, no sólo las que hay en su myspace... no hay mal que por bien no venga (o quien no se consuela es por que no quiere).
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