El sábado mis cinco chicos tocaron bajo las estrellas de Monterrubio, yo volví a perdérmelo y tampoco dije nada por aquí... como tampoco anuncié el teatro de anoche en el Tio Vivo. Aunque para eso ya está la agenda cuando he caido me ha resultado raro el descuido de no haberlo puesto también por aquí.
Maribel y Carlos me imponen mucho respeto y me resulta difícil hablar de ellos y sentirme a la altura, así es que simplemente diré que estuvieron tan brutales como acostumbran, no dejaron títere con cabeza en esta ciudad tan plagada de marionetas con cerebro de cartón piedra.
Y esta noche Andrés Sudón en el Santa Ana cierra la temporada y tampoco pienso perdérmelo... he crecido mucho este año mientras de fondo sonaban todos ellos.
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