Estabamos llegando y en mi ipod sonaba Zahara mientras yo me emocionaba recordando mis mañanas en ese hospital de las afueras. Se me quedó dentro y sin darme cuenta la tarareaba... casualidades... la sonrisa naranja que me esperaba en la estación la había estado cantando mentalmente momentos antes.
Entre horchatas, ukelele y risas hablabamos de la puerta de la fnac y conciertos que yo mezclaba de tantos que fueron.
El sábado camino del Palmar sonó mucha Vetusta (finalmente nos los perdimos en Torrent pero los veremos aquí en septiembre)... y de vuelta Chaouen, arena de playa y viento.
Fiesta latinoamericana en el parque de cabecera... paseos en coche de un lado a otro, en mi garganta un nudo y de fondo siempre Ismael... mojitos... y emociones a flor de piel de mayo de 2004... César tenía cara de cómic... y un grupo de amigos cantaban Manolo García por la calle y bailaban pachanga.
En 2009 algunos de esos amigos siguen desehaciendo kilómetros para encontrarse... y se emocionan al conectar los auriculares en el autobús de vuelta a casa para ver la película y encontrar "Qué va a ser de mi" en uno de los canales... el disco completo... hilando los últimos acordes acústicos cansados de ser hombre con los pájaros mojados de aquel otro de los de los conciertos de 2004. Casualidad dirían algunos... cómo la de conocerse por la música... yo prefiero llamarlo magia.
Entre horchatas, ukelele y risas hablabamos de la puerta de la fnac y conciertos que yo mezclaba de tantos que fueron.
El sábado camino del Palmar sonó mucha Vetusta (finalmente nos los perdimos en Torrent pero los veremos aquí en septiembre)... y de vuelta Chaouen, arena de playa y viento.
Fiesta latinoamericana en el parque de cabecera... paseos en coche de un lado a otro, en mi garganta un nudo y de fondo siempre Ismael... mojitos... y emociones a flor de piel de mayo de 2004... César tenía cara de cómic... y un grupo de amigos cantaban Manolo García por la calle y bailaban pachanga.
En 2009 algunos de esos amigos siguen desehaciendo kilómetros para encontrarse... y se emocionan al conectar los auriculares en el autobús de vuelta a casa para ver la película y encontrar "Qué va a ser de mi" en uno de los canales... el disco completo... hilando los últimos acordes acústicos cansados de ser hombre con los pájaros mojados de aquel otro de los de los conciertos de 2004. Casualidad dirían algunos... cómo la de conocerse por la música... yo prefiero llamarlo magia.
2 comentarios:
:)
Y que la magia nunca termine...
claro que es magia...
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