Tal vez no.
Tal vez.
El Savor, 31/01/2009.
Yo no sé si Mari Ángeles Pérez López encontraría en el Savor anoche el modo de explicarle a sus hijos lo que está pasando en Gaza... lo que yo encontré entre las letras fue cobijo, palabras como caricias, esperanza... poesía como única arma, cargada de futuro.
La noche comenzó con unos cuentos de Fernando Saldaña en la voz del público. Después José Sarrión presentó el evento y nos dió una clase de antropología. Sara, con emoción palpable, nos contó que su padre nació en una huida parecida a la de ahora, en un camino entre la nieve, y mirando al futuro nos explicó los proyectos que ASECOP tiene previstos en Palestina. Raúl Vacas contó la historia de Belibí, la canción que compusieron David Broza (israelí) y Said Murad (palestino), leyó un texto de Gonzalo Moure, y algunos suyos como Guerra, S.L., Recordando y Oración.
También hubo un recuerdo para Serafín Holgado, y espacio para la música de Fernando Maes. Después Mari Ángeles Pérez López trajo palabras de Gelman y Galeano... y las suyas propias, cargadas de una sensibilidad especial, de sensibilidad materna entre escombros del 11-M o de Auschwitz, que a fin de cuentas son los mismos escombros que los de Gaza, los de la sinrazón humana. Joan Manuel, el camarero que dice no ser poeta, también subió al escenario. Y otros cuentos de Saldaña sirvieron de broche final, junto a unos versos de Blas de Otero y, de nuevo, la música de Fernando Maes.
Decía Saldaña que ojalá no tengamos que volver a encontrarnos en un acto del estilo... ojalá... o como dice Vacas... tal vez.
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