... que de la boca de Andrés salieran marrones las alas de su mariposa y lo inundaran todo de tonos pardos, que se pusiera a llover... quería vestirme de otoño... con mi camisa preferida, esa marrón de manga larga, y acompañarla con el pañuelo naranja que me trajeron de la india. Lo tenía todo planeado, por que si Cifuentes es nag-champa, Fran es naranja, Ruibal rojo, Broza verde o Ismael azul... Andrés es otoño.
Pero amaneció caluroso y soleado... ya lo dice el calendario, aún quedan 6 días para el equinoccio.
Fue una tarde extraña en la que mi futuro incierto se llenó aún más de incertidumbres. Además las zapaterías y las peluquerías estaban cerradas... y yo quería empezar el curso adelantadamente, comprarme unos zapatos para no mojarme los pies y cambiar un poco el vuelo de mis rizos... pero el destino quiso que no fuera así y me cruzó los planes... tanto que por un momento dudé si acercarme hasta el Santa Ana.
Hace unos días una amiga alababa mi valentía, me decía que no sabia como era capaz de escuchar música en días de crisis anímica... y yo le contestaba que sin música estaría aún peor... pero hay músicas y músicas... y tenía la intuición de que las canciones de Andrés me sentarían mal.
Pero después de una ducha de esas que despejan la mente y las ganas, y de lo que yo interpreté como una señal (abrir el cajón y encontrar la primera esa camiseta blanca con garabatos que mi madre dice que le recuerda a Miró pero a mi a quien me recuerda es a Andrés)... lo pensé mejor y opté por ir.
Llegué tarde pero el concierto empezó mas tarde aún... estabamos en familia, charlamos de todo un poco, de música y vida... dos meses sin vernos son mucho tiempo, demasiado... mientras, en el miniescenario esperaban el micrófono y la guitarra... ni rastro de violonchelo, esta noche Óscar se quedaba entre el público.
Pero amaneció caluroso y soleado... ya lo dice el calendario, aún quedan 6 días para el equinoccio.
Fue una tarde extraña en la que mi futuro incierto se llenó aún más de incertidumbres. Además las zapaterías y las peluquerías estaban cerradas... y yo quería empezar el curso adelantadamente, comprarme unos zapatos para no mojarme los pies y cambiar un poco el vuelo de mis rizos... pero el destino quiso que no fuera así y me cruzó los planes... tanto que por un momento dudé si acercarme hasta el Santa Ana.
Hace unos días una amiga alababa mi valentía, me decía que no sabia como era capaz de escuchar música en días de crisis anímica... y yo le contestaba que sin música estaría aún peor... pero hay músicas y músicas... y tenía la intuición de que las canciones de Andrés me sentarían mal.
Pero después de una ducha de esas que despejan la mente y las ganas, y de lo que yo interpreté como una señal (abrir el cajón y encontrar la primera esa camiseta blanca con garabatos que mi madre dice que le recuerda a Miró pero a mi a quien me recuerda es a Andrés)... lo pensé mejor y opté por ir.
Llegué tarde pero el concierto empezó mas tarde aún... estabamos en familia, charlamos de todo un poco, de música y vida... dos meses sin vernos son mucho tiempo, demasiado... mientras, en el miniescenario esperaban el micrófono y la guitarra... ni rastro de violonchelo, esta noche Óscar se quedaba entre el público.
Termina el concierto y sigue sin ser otoño... pero como si lo notaran, me ofrecen un taburete y "siéntate un rato"... y sigue la música... la mosca dormida... Aladdin... un regalazo, su "Imaginación"... mi futura tesis sobre la música y los músculos... y una vuelta a casa charlando sobre geografía española.
Mañana llamaré a mi amiga y le contaré que después del concierto tenía las mismas dudas pero menos miedo, que me dieron unos cuantos besos y la fuerza suficiente para esperar a que comiencen a caer las hojas.
2 comentarios:
Vendrán días de otoño, vendrán ya verás, anda que no vas a tener para rato y lo mejor de todo para deleitarnos con todos tus colores y sonidos. Que curiosa clasificación! Y a todo esto que significa eso de planificar? Mira que me chivo eh :)
Un besito
para mí durante un tiempo mi otoño también estaba en la música... tienes suerte, disfrútalo
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