7 de noviembre de 2009

18 canciones, sus autores y mis añadiduras

Los "valores añadidos" en la música son algo que últimamente me obsesiona bastante, soy consciente de que con "los cercanos", aunque me empeñe, nunca conseguiré dejar de lado el contexto, distinguir la música de todo lo demás... del artista, de su vida, su sonrisa, lo simpático o antipático que me parezca y lo amigos o enemigos que seamos.

Ayer mismo, volví a llegar puntual, y en lugar de un concierto me encontré con una prueba de sonido, así es que se me ocurrió entretener la más de media hora paseando tranquila... algo imposible entre el gentío de esta ciudad que devuelve soledad sin calma... y recurrí de nuevo al iPod.

Pero las canciones de esos nuevos discos asépticos que aún no he hecho míos no me servían, no tenían nada de esas otras cosas... puede que las haya que sean canciones tremendas, pero no son mías, todavía no, no me dicen nada... hasta que casi al final de la lista encontré a Guerrero y Román por la calle del aire y los acompañé una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez... entonces, justo cuando ya me iba para casa, aparecieron un grupo de despistados que se habían equivocado de ocho y cambié de opinión.

Precio para días de crisis, el bar lleno y los cinco sobre el escenario, Fernando Maés sin preámbulos comienza con "Separados por la locura" y me coloco casi al fondo del todo sin entrar mucho en ambiente... sonrío al entender porque Fer Álvarez pintó de naranja el escenario de "Patti y Bob" y no de cualquier otro color... y me encuentro en las fotografías en teléfonos móviles y los problemas de circulación periférica, pero esto son cosas mías. A todo esto, veo a Fer en el espejo del escenario, re-reflejado del espejo del fondo del bar... a una distancia tres veces mayor de la real... lejano, como le siento durante toda la noche.

Sigo ahí atrás, sin demasiado ánimo de vivir el concierto intensamente, considerando molestos los cambios de instrumento con los que otras veces hasta disfruto, casi sin importarme las charlas que me rodean... no parezco yo... sin ganas de grabar nada y menos de contarlo... pero uno tras otro, los versos acertados de Javi Delgado me hacen agarrar la libreta... apunto el último de ellos "Te alejas tras la corriente"... me resultaban familiares pero de una manera extraña... ahora ya son míos.

Exceptuando a Dani Niño, que les acompaña al saxofón de manera magistral dando un toque precioso a sus canciones, es Javi Delgado con el que menos "otras cosas" tengo, pero la poesía se encarga de hacer el resto y "La línea enemiga" es sólo el principio de una noche de pleno acierto.

En realidad ya tengo algunas canciones suyas en mi repertorio, "Lo que eres" es una canción que siempre me ha enamorado, pero hoy, cantada una vez más por Ezpeleta, algo raro pasa y no alcanzo a emocionarme... entonces decido cambiar de sitio, acercarme a las primeras filas y los pequeños detalles. Maés retoma el micro con "Desde el 82", y a mi se me antoja un concierto suyo en solitario... y Delgado me reafirma la teoría del encuentro con su música con el "Rock&roll de la decepción".

Esas añadiduras muchas veces son recuerdos, el nudo en la garganta de Fernando al pronunciar a Antonio Vega, y el saxo de Dani en "El sitio de mi recreo" me hacen viajar al concierto solidario de junio... y con "Beyond" a los primeros días de Ezpeleta, su myspace y todo lo demás. Justo entonces Fer Álvarez le canta a teléfonos no correspondidos... mientras que mi pulgar se desahoga mandando mensajes hasta Barcelona... y sólo alcanzo a apuntar en la libreta "toques countries y estilo mandrágora".

"Contradicciones" de Maés (gracias) y "Año cero" de Delgado me valen por un igual, me veo, soy yo, estoy dentro, en Salamanca con sensación de visita, espíritu de supervivencia, olvidos, principios y finales. "Miro alrededor", "8mm" y "No se que hacer" fueron mías otras veces... y Delgado acierta una vez mas con "La mejor enfermedad" (pero que bien!!).

Con la intensidad transformada en los esparabanes de Fer Álvarez con la pandereta a milímetros de mi cara, la cuerda rota de la guitarra de Maés y los "camoooooon" de Ezpeleta (del que no he señalado a penas nada, pero estuvo tan tremendo como siempre) termina un concierto completo, en todos los sentidos.

Y sin respetar el orden, dejo para el final el video de la penúltima de la noche, "Un momento", canción en un principio instrumental, compuesta por Ezpeleta para Niño y titulada originalmente "Latin torería"... pero todo eso sobra saberlo, yo me quedo con que fue, sin añadiduras afectivas, el momento de la noche.


1 comentario:

6alilea dijo...

Madremía... menuda fiesta la del video!! Que pena que casi no se le oiga cantar...

Parece que te costó meterte en el concierto, pero alfinal entraste : )

A mí al final, el viernes se me hizo todo imposible. Y lo cierto es que me apetecía casi más pasarme por allí que estar donde estuve, pero era lo mas fácil (tampoco vamos a empeñarnos en contradecir de continuo a la vida, no?).

Espero que pasaras buen finde :)

Un besito!