Javier Álvarez, la teatralidad y mi nostalgia

26 de agosto de 2010. Las Maris.
La Casa Encendida - Madrid.

Recordaba las palabras de Sheila Blanco días antes en la radio sobre la teatralidad y la música... la interpretación, en el más amplio sentido de la palabra, es el eje del espectáculo de Las Maris. Los gestos de Javier, convertidos en tics... los ojos de Nieves, como el fondo de un pozo.

Repertorio de karaoke entre amigos: Me va la vida en ello, Échame a mí la culpa, Yo te diré, Ay, que dolor, Mi querida España o La yenka. Versiones muy particulares de todas ellas, como Eye in the sky con caretas incluidas, o Nos. Y una carpeta de estrellas de los 40 sobre el escenario me recuerda el boom de los inicios de já, y me parece admirable la vuelta de tuerca a su carrera, en continua evolución.

Vuelvo a la performance, hasta que mi amiga me da un codazo y mueve la cámara: "¿no decías que ya no tocaba ninguna de las de antes?"... Las Maris mecidas por las olas del mar que arrastró a Fabián. Llamadme nostálgica, no es lo más representativo, pero para mí, al margen de las luces de discoteca, las pelucas, los instrumentos de juguete, las coreografías, las risas y los playbacks festivos con bailes entre el público, fue el momento de la noche.