Últimamente no paro de escribir por aquí de mi padre, de Muerdo y de Lucini... y hoy voy a hacerlo de nuevo, ¿por qué no?... y voy a hacerlo de los tres a la vez.
Para mi, uno de los rincones más bonitos de la exposición "... Y la palabra se hizo música" era el del "Gallo rojo, gallo negro", de Chicho Sánchez Ferlosio. El día que tuve la suerte de visitarla de la mano de Lucini nos detuvimos a encontrar detalles a esa preciosa portada ilustrada por José Ortega. Aquella tarde Fernando también me contó que Muerdo la había cantado en concierto... en ese momento me acordé de Ismael Serrano y una vieja grabación de su versión.
También me acordé de mi padre, yo siempre me acuerdo de mi padre... y aquella tarde lo hice todo el tiempo, me lo imaginaba con alguno de esos discos de la mano, banda sonora de sus días por aquel entonces.
El viernes pasado en su concierto en el Quinto Pinto, Muerdo volvió a cantarla.
Hoy, sentada al lado de mi padre le he dicho que quitara el volumen de la televisión y escuchara... y le he dado al play. A la sorpresa inicial y la exclamación "¿Pero y quién es este?" le ha seguido un silencio emocionado... que ha dado paso a sus tarareos, mientras su pie se movía con esa mezcla de movimiento y temblor que sólo le provocan canciones únicas, mucho más que canciones. Pocas veces canta mi padre, pero hoy tenía 40 años menos, no le dolía la pierna y en los ojos brillaba la revolución.
¡Bravo! dice Lucini desde tan dentro como mi padre siente, ¡Bravo por Chicho! que no mentía en su bello canto y ¡Bravo por Muerdo! que toma estos versos tan añejos como vigentes y los grita tan bonito cómo sólo el grita, sin dejar que los borre el viento.
Para mi, uno de los rincones más bonitos de la exposición "... Y la palabra se hizo música" era el del "Gallo rojo, gallo negro", de Chicho Sánchez Ferlosio. El día que tuve la suerte de visitarla de la mano de Lucini nos detuvimos a encontrar detalles a esa preciosa portada ilustrada por José Ortega. Aquella tarde Fernando también me contó que Muerdo la había cantado en concierto... en ese momento me acordé de Ismael Serrano y una vieja grabación de su versión.
También me acordé de mi padre, yo siempre me acuerdo de mi padre... y aquella tarde lo hice todo el tiempo, me lo imaginaba con alguno de esos discos de la mano, banda sonora de sus días por aquel entonces.
El viernes pasado en su concierto en el Quinto Pinto, Muerdo volvió a cantarla.
Hoy, sentada al lado de mi padre le he dicho que quitara el volumen de la televisión y escuchara... y le he dado al play. A la sorpresa inicial y la exclamación "¿Pero y quién es este?" le ha seguido un silencio emocionado... que ha dado paso a sus tarareos, mientras su pie se movía con esa mezcla de movimiento y temblor que sólo le provocan canciones únicas, mucho más que canciones. Pocas veces canta mi padre, pero hoy tenía 40 años menos, no le dolía la pierna y en los ojos brillaba la revolución.
¡Bravo! dice Lucini desde tan dentro como mi padre siente, ¡Bravo por Chicho! que no mentía en su bello canto y ¡Bravo por Muerdo! que toma estos versos tan añejos como vigentes y los grita tan bonito cómo sólo el grita, sin dejar que los borre el viento.
1 comentario:
Es una canción que me trae tantos recuerdos... Cuando Ismael empezó en los Nuevos Juglares, alguna noche la cantó. Se la enseñé yo.
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