Llevo un par de semanas con el disco de Ismael como única compañía musical en el coche, me ha servido para darme cuenta de algunos detalles en los que no había caido, expresiones que no me encajan, y otras que me tocan muy dentro, enganchándome a nuevos versos.
Lo conté hace unos días en el foro, en el mismo tema en el que hablaba desencantada el año pasado, dónde expliqué con todo detalle la emoción de tenerlo en mis manos, y dónde transcribí el email satisfecho que le mandé a un amigo tras la primera escucha. Imagino que prefiero contarlo por allí, por aquello de que los lectores empatizan y una ya se cansa de los siempre críticos y de tener que estar continuamente justificando sus gustos (es curioso lo polares que son las reacciones que despierta Ismael Serrano).
La cuestión es que la primavera estuvo cargada del mensaje positivo y los acordes del nuevo trabajo de Ismael, y yo no encontré la palabra justa... "Cuántos veranos perdí, buscando aquella canción. Siempre estuvo en tu regazo.".
Fuimos a Bilbao con el primer concierto como excusa y con la emoción a flor de piel, conocimos su casa, y a todo el vecindario... supimos cual era la primera canción de la gira y las viejas que rescató. Aún conservo en el móvil notas de aquella huida, azules, en espiral, recuerdos de Borguese, Chillida, Oteiza o el violinista de Chagall. Estuvo muy bien el fin de semana, sí.
Después llegó Madrid, con un montón de rostros conocidos entre el público, la casualidad y la emoción al coincidir con el primer cumpleaños de Berta (y en Bilbao el primero de Nahia), cercanía con el escenario... pero sobre todas las cosas, la ausencia de mi cómplice en el asiento de al lado, protagonista de la noche, sentí "Vuelvo" totalmente mía.
Dudé si ir, tenía miedo al vacío en su butaca, pero pasé el día recorriendo las calles de Madrid con una amiga que me convenció... y menos mal, por que las canciones resultaron bálsamo. Las calles no son las mismas si no las caminamos codo a codo, siendo mucho más que dos... la verdad es que te encuentro en casi todo, siempre o casi siempre te encuentro. Quizá por eso vuelvo.
Lo conté hace unos días en el foro, en el mismo tema en el que hablaba desencantada el año pasado, dónde expliqué con todo detalle la emoción de tenerlo en mis manos, y dónde transcribí el email satisfecho que le mandé a un amigo tras la primera escucha. Imagino que prefiero contarlo por allí, por aquello de que los lectores empatizan y una ya se cansa de los siempre críticos y de tener que estar continuamente justificando sus gustos (es curioso lo polares que son las reacciones que despierta Ismael Serrano).
La cuestión es que la primavera estuvo cargada del mensaje positivo y los acordes del nuevo trabajo de Ismael, y yo no encontré la palabra justa... "Cuántos veranos perdí, buscando aquella canción. Siempre estuvo en tu regazo.".
Fuimos a Bilbao con el primer concierto como excusa y con la emoción a flor de piel, conocimos su casa, y a todo el vecindario... supimos cual era la primera canción de la gira y las viejas que rescató. Aún conservo en el móvil notas de aquella huida, azules, en espiral, recuerdos de Borguese, Chillida, Oteiza o el violinista de Chagall. Estuvo muy bien el fin de semana, sí.
Después llegó Madrid, con un montón de rostros conocidos entre el público, la casualidad y la emoción al coincidir con el primer cumpleaños de Berta (y en Bilbao el primero de Nahia), cercanía con el escenario... pero sobre todas las cosas, la ausencia de mi cómplice en el asiento de al lado, protagonista de la noche, sentí "Vuelvo" totalmente mía.
Dudé si ir, tenía miedo al vacío en su butaca, pero pasé el día recorriendo las calles de Madrid con una amiga que me convenció... y menos mal, por que las canciones resultaron bálsamo. Las calles no son las mismas si no las caminamos codo a codo, siendo mucho más que dos... la verdad es que te encuentro en casi todo, siempre o casi siempre te encuentro. Quizá por eso vuelvo.
2 comentarios:
;) Biquiños de bolboretas
emocionante final
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