Rondaban las nueve y media cuando llegamos, y Luis ya estaba sobre el escenario probando sonido y recibiéndonos con la mejor de sus sonrisas... mientras Lourdes descansaba la pesadez de la escayola en una silla de las primeras filas... ellos se afanaban en pulir los aspectos técnicos y yo cruzaba los dedos por que así fuera... recordaba como se estropeó el último concierto de El Torno con Bidinte.
Nos marchamos a cenar algo antes, sentados bajo una morera... mientras sonaban algunas que no lo hicieron después, como la que escribió para Gala Évora, "Borra de mi esta tristeza".
Se acercaba la hora del concierto y colocaron una pantalla en el escenario en la que proyectaron parte del documental de Armendariz... las Villuercas, el Jerte... y las sillas se iban llenando de vecinos del pueblo... mientras algunos descubríamos que no éramos los únicos del Ambroz y socializábamos en el pre-concierto, comprobando que mi nombre no es tan original como creíamos... hasta el apellido, qué cosas.
Luis dice que estos 22 años actuando en los escenarios móviles ("los camiones", como él los llama) son un ejercicio de humildad, recorrer pueblos pequeños sin saber con que público va a encontrarse, haciendo un importante esfuerzo por hacerse con el auditorio. Y él hace divinamente las dos cosas, ser humilde, y ganarse al público siendo él mismo... raíz, memoria y tierra condensadas en su "Yo vengo de un tiempo de cerezas...", memoria de fotografía en blanco y negro... fotografías de Extremadura... y de emigrante... sus trabajos en la tintorería y de botones en la aseguradora, las canciones de Joselito y el operación triunfo de aquellos tiempos... y descubro que a otros dos emigrantes, mis tios, que también se han venido al concierto, les brillan los ojos al identificarse en ese viaje que ellos también hicieron hacia otra vida mejor.
Ahora me fijo en otras cosas, ya no soy la niña inquieta a la que entretenía con el "uchikitue"... como esos que ocupan las dos primeras filas sin parar de armar barullo con sus agudas voces, desconcentrándole con correteos por la plaza. Es el momento de recurrir al viejo truco de "cuando yo mueva la cabeza así vosotros me contestáis..."... y por si fuera poco, después otra canción especial para los mas pequeños, la versión de Zeca Afonso que se ha convertido en todo un clásico en su repertorio... O Canarinho.
... ojalá tome forma ese proyecto en solitario.
A lo canario hay que añadirle lo portugués: Afonso, Saramago... aunque la otra noche, para disgusto de mi madre, que adora este último disco, fueron solamente tres poemas del nóbel los que interpretó... era una noche de repertorio extremeño... él mismo reconoce no saber cuales tocar, es amplísimo su repertorio... desde las reivindicaciones y los poemas de los 70... hasta la calma y la poesía pura de sus últimos trabajos... pasando por su etapa ochentera.
Pero el viernes el escenario pedía Extremadura... y Extremadura profunda fue lo que nos regaló con esta versión del poema "La nacencia" de Luis Chamizo que me hizo estremecer y cruzar mirada emocionada y cómplice con mi padre, sabiendo que el recuerdo era el mismo... mi abuelo Nicolás y "El embargo" de Gabriel y Galán.
...ojalá algún día un disco de poetas extremeños.
3 comentarios:
preciosa descripción de una noche... espero que se repitan pronto...
las dos fotos geniales!
un abrazo
plas,plas(aplausos)
Hermosa cronica,me senti en el Concierto,ojala algun dia pueda disfrutar de un directo de Luis,,,
Cariños
Lo que te decía en el fotolog; daba la sensación de haber sido un concierto especial y con esta crónica lo confirmas...
Cómo me gusta leerte :)
Un beso.
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