19 de marzo de 2011

Ismael Serrano en el Palau de la Musica

18/03/2011 - Ismael Serrano
Palau de la Musica, Barcelona.

Entre embalajes de mudanza y perdiendo llamadas telefónicas nos recibe Ismael en el salón de su casa, arrancando la velada con "Vuelvo", que, revisada, estrena vestido nuevo, bonitos arreglos para la ocasión, y deja notar lo que vienen comentando algunos espectadores de los últimos conciertos, falta un poco de voz. Los coros de Bergia parecen hechos a medida, sonrío imaginándome "el bar que cierra más tarde aquí en Madrid" y empiezo a notar como los nervios que hace tiempo yo dejé de tener antes de cada concierto, se instalan en mi cabeza, en forma de cosquilleo, que más tarde pasa a mis manos, tras aplaudir tanto y tan fuerte.

Le encuentro más madrileño que nunca en algún que otro chascarrillo chulesco, hasta pronunciando "ej que"... lleva su ciudad por bandera, y emociona a todo el Palau con una eléctrica "Fragilidad". El público está entregado, tiene ganas de pasárselo bien, y se arranca por palmas (al ritmo o no) hasta cuando no debe... algunas veces empezando con demasiada energía y dejándolo a medias, como en "Ultimamente".

"Ya ves" es de esas canciones que se me están desgastando, y a Fredi le encuentro fuera de onda durante casi toda la noche. Entre oximorones y mensajes positivos larga lista de "Amores imposibles"... y más Amor, junto a Tiempo (y Kevin Costner, aunque entre el público hay es mas de Richard Gere). Vaya casualidad, y yo leyendo "El frío modifica la trayectoria de los peces" (y quien dice frío podría decir destino)... mientras a "Te vas" se le escuchan las ondas P y T del electrocardiograma de un corazón que se despide, con la tristeza justa.

Por la ventana azul de "Ahora" entra la luz perfecta, esa que permite decirnos con canciones lo que, torpes de nosotras, no sabemos decirnos de otra manera, que siempre seguirá abierta. Y de nuevo otros sorprendentes arreglos, que durante toda la noche hacen que de un repertorio bastante clásico (aunque con destacables incorporaciones, sí) salga un concierto nuevo, esta vez "Amo tanto la vida", dando paso al color, tras varias cartas equivocadas, a ese vecino en blanco y negro.

Y cómo me pasó en el anterior concierto, aunque me olvidara de ponerlo en la crónica, vuelve a cansarme la vehemencia de la espiral de su discurso socio-político para presentar "Podría ser". (Hace unos días escuchando "La traición de Wendy" me topé por sorpresa con "Será" y me pareció igual de comprometida y mucho mas delicada, y a veces preferiría que no hubiera tanta explicación, especialmente de la cuestión política, de las canciones.)

Me habían avisado de la nueva "Caperucita", y tenían razón, preciosa versión de si mismo. Otro invitado que se le escapa, y a mi casi me da un vuelco al corazón. Entonces se sube a las escaleras de la fnac y no se reconoce, ahora que ha dejado el tabaco... y la banda se congela en un frame.

Hacía tiempo que no escuchaba "Si se callase el ruido" con tres voces, será que en esta el público estuvo bien (me encanta Bergia, hasta cuando tontea con percusiones vocales). Y entre vecinos disfrazados (uno de Spiderman, no se si por cosas con su amigo Manuel Cuesta) y comentarios políticamente incorrectos de políticos incorrectos (y sus trajes, precisamente allí en el Palau), una de esas sorpresas del repertorio, "Canción de amor propio".

"Balance" y "Recuerdo" con el piano de Jacob, tan hermosas como siempre, quizás más. Y en el medio la visita de Bergia, con su sentido del humor, su pronunciación del catalán y su "Palito de Madera" cómo adelanto del disco que sale en unos meses.

La ovación más cerrada y sentida de la noche la despierta "Luces errantes" (perdonen la publicidad, pueden mandar un SMS con la palabra LUCES al 27525 para descargarla, y todos los beneficios irán a parar a los niños de la franja de Gaza con la colaboración de la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados de Palestina)... emocionantísimo escuchar tan a lo grande el coro de niños.

En "Vértigo" me gusta como un chico dos filas por detrás de nosotras canta repitiéndose a si mismo esas dudas que todos sentimos llegado cierto momento. Y yo, que también "ya no sabía por que ponía esa canción pero la ponía"... me refugio en extrañas parejas para curar obsesiones, real como la vida misma... y me imagino al vecino del 3ºD caminando por el Retiro como yo hoy paseaba por la Ciudadella.

Todo el día tarareando el "Na na na" de "Sucede que a veces", disfrutando del azul, enviando momentos en mensajes por que en las fotos no quedarían igual, como los vídeos que me encargaron y sustituyo por llamadas. Se nota que hoy la tengo a mi lado, de verdad, y nos levantamos, y bailamos, y reímos, y recordamos lo que es vivir hasta que las manos nos duelen.

Casi tres horas de concierto, y todavía faltan los bises. Sonrío a mi nombre y grito emocionada Asesinos!! en "Vine del Norte"... pero después vuelve a sobrarme el discurso y no entiendo esa primera persona del plural mientras habla de nuestros padres en la presentación de "Papá cuéntame otra vez", que empieza lenta y gana fuerza.

Encienden las luces del Palau, y mientras canta "Pequeña Criatura" me distraigo con reflejos en los cristales de la derecha, en los que, no se muy bien por que, me recuerda al Principio de Incertidumbre del Lope de Vega allá por 2003. Y para terminar con aire de fiesta, "Casandra".

Esto no es todo, todavía faltan "Para médicos y amantes" (canción que para mi pasó desapercibida en su día, y hoy no recordaba ni el título), y otra de fiesta "Tierna y dulce historia de amor".

Hacía años que no vivía un concierto así de intenso y especial, gracias por hacerlo posible. Ismael, nos vemos en Madrid, te ayudamos con las cajas y tú nos cuentas que fue de la pareja de vecinos que se encontraron los billetes en la azotea.

3 comentarios:

Vértigo dijo...

que ganas de que llegue el día 6.

6alilea dijo...

Qué cronicaza...

: )

Anónimo dijo...

Gran crónica, como siempre. Pena que no me hicieras el encarguito, jejeje. Si alguien tiene la nueva Caperucita grabada, por favor que la suba. Lo a-do-ro. Qué le voy a hacer? No tengo arreglo, lo sé. Besos miles. OLGA.