1 de octubre de 2010. Andrés Sudón Trío.
El Savor. Salamanca.
La foto y la tipografía del cartel, saber que el concierto era en compañía de Óscar y Alberto, la libreta de Beneitez en el atril y la vela en la mesa me predispusieron al buen rollo, y me gustó la introducción con dos canciones y sus primeras palabras... pero me despisté con fotos antiguas de la cámara prestada, hasta que su rotundidad prefiriendo vivir, creo que por temor a que la guitarra de Navales le tapara la voz, llamó mi atención. No me gusta nada su etapa macarra, pero quedó compensado con las ganas de volver a leer a Sabines por su "Boca de llanto".
Y como esa amiga que desqueda media hora antes de la cita en ese restaurante chino en el que siempre se sinceran, por que no le apetece hablar de lo que le ha pasado los últimos días y lo dice todo sin decir nada... o esa otra que utiliza canciones de otros para plasmar sus sentimientos... Andrés nos hace saber a todo el público del Savor, con sus crípticas canciones, que su invierno pasado fue cómo un fantasma, duda amores puros en pretérito imperfecto y prevee sobrenatural el otoño.
El Savor. Salamanca.
La foto y la tipografía del cartel, saber que el concierto era en compañía de Óscar y Alberto, la libreta de Beneitez en el atril y la vela en la mesa me predispusieron al buen rollo, y me gustó la introducción con dos canciones y sus primeras palabras... pero me despisté con fotos antiguas de la cámara prestada, hasta que su rotundidad prefiriendo vivir, creo que por temor a que la guitarra de Navales le tapara la voz, llamó mi atención. No me gusta nada su etapa macarra, pero quedó compensado con las ganas de volver a leer a Sabines por su "Boca de llanto".
Y como esa amiga que desqueda media hora antes de la cita en ese restaurante chino en el que siempre se sinceran, por que no le apetece hablar de lo que le ha pasado los últimos días y lo dice todo sin decir nada... o esa otra que utiliza canciones de otros para plasmar sus sentimientos... Andrés nos hace saber a todo el público del Savor, con sus crípticas canciones, que su invierno pasado fue cómo un fantasma, duda amores puros en pretérito imperfecto y prevee sobrenatural el otoño.
Yo también soy muy de explicarme con canciones, con Andrés me quedé cara a la luna y ahora no entiendo nada... claro que es normal, el tampoco tenía por que saber que a mi me sigue doliendo el esternón, pero ya dejé atrás la ansiedad.
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