Andrés Sudón & La Compañía (Alberto Navales y Óscar Martín)
6/08/09. Tío Vivo - Salamanca.
El lunes me contaba una compañera de trabajo que cambió sus planes del fin de semana por que se encontraba muy cansada y no resultó ser buena idea. En el sofá se le hicieron las horas eternas y no hacía más que pensar en todo lo que tenía previsto hacer y se estaba perdiendo.
Lo mismo me suele ocurrir a mi, no tengo nada en contra de mi sofá, al contrario... pero me cuesta saber que están sucediendo cosas y yo no estoy allí para verlas... ansias de todo... y también, para que negarlo, un poco de extraña sensación de miedo a no ser si no estoy.
Cómo los primeros años de universidad, con clase a las ocho de la mañana... iba, claro que iba, pero me quedaba dormida entre línea y línea de mis inteligibles apuntes (la mala letra de aquellos días era directamente proporcional al sueño que tuviera). Necesité bastante tiempo (tanto como una segunda carrera) para darme cuenta de que era mejor quedarse en la cama un rato mas, perder la primera clase, pero después estar despierta el resto de la mañana.
Todo esto que algunos llaman rigor... y a veces habría que adjetivarlo como excesivo (tanto que ahora mismo podría dormir pero necesito dejar esto escrito antes).
En el concierto de esta noche he estado así, por si acaso pasaban lista... 1 y 7 que son ocho... las 20 en oros... las 23,30 resultaron ser las 00,30. El público ha vuelto a hablar pero yo me enteraba menos, una columna me servía de barrera y de apoyo (al borde de la cabezada he estado en algún instante). Marzo... y entre saludos teatrales me pierdo la explicación de la siguiente y es nueva (o rara para mi). La decoración y las margaritas... falta de concentración, dispersa mi mente imaginando la disección anatómica de los antebrazos de un violonchelista (precioso el movimiento de muñeca)... dudas y amor puro... las fotos han quedado bonitas... y me gusta la libreta de Laura... no me veo ni en el agosto de Agua de limón ni en la escapada del hospital y de la madurez del tren Cara a la luna y me preocupa pero sonrio. Al final no he estado tan despistada como creía... en los bises Una flor desnuda ha quedado mejor que nunca y creo que en la grabación del Savor no la tocaron, que es la que se olvidaron ese día.
6/08/09. Tío Vivo - Salamanca.
El lunes me contaba una compañera de trabajo que cambió sus planes del fin de semana por que se encontraba muy cansada y no resultó ser buena idea. En el sofá se le hicieron las horas eternas y no hacía más que pensar en todo lo que tenía previsto hacer y se estaba perdiendo.
Lo mismo me suele ocurrir a mi, no tengo nada en contra de mi sofá, al contrario... pero me cuesta saber que están sucediendo cosas y yo no estoy allí para verlas... ansias de todo... y también, para que negarlo, un poco de extraña sensación de miedo a no ser si no estoy.
Cómo los primeros años de universidad, con clase a las ocho de la mañana... iba, claro que iba, pero me quedaba dormida entre línea y línea de mis inteligibles apuntes (la mala letra de aquellos días era directamente proporcional al sueño que tuviera). Necesité bastante tiempo (tanto como una segunda carrera) para darme cuenta de que era mejor quedarse en la cama un rato mas, perder la primera clase, pero después estar despierta el resto de la mañana.
Todo esto que algunos llaman rigor... y a veces habría que adjetivarlo como excesivo (tanto que ahora mismo podría dormir pero necesito dejar esto escrito antes).
En el concierto de esta noche he estado así, por si acaso pasaban lista... 1 y 7 que son ocho... las 20 en oros... las 23,30 resultaron ser las 00,30. El público ha vuelto a hablar pero yo me enteraba menos, una columna me servía de barrera y de apoyo (al borde de la cabezada he estado en algún instante). Marzo... y entre saludos teatrales me pierdo la explicación de la siguiente y es nueva (o rara para mi). La decoración y las margaritas... falta de concentración, dispersa mi mente imaginando la disección anatómica de los antebrazos de un violonchelista (precioso el movimiento de muñeca)... dudas y amor puro... las fotos han quedado bonitas... y me gusta la libreta de Laura... no me veo ni en el agosto de Agua de limón ni en la escapada del hospital y de la madurez del tren Cara a la luna y me preocupa pero sonrio. Al final no he estado tan despistada como creía... en los bises Una flor desnuda ha quedado mejor que nunca y creo que en la grabación del Savor no la tocaron, que es la que se olvidaron ese día.
FIN...
de la crónica... y de la temporada conciertera salmantina... necesito descansar.
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