10/05/2012 - Luis Pastor
El Savor, Salamanca
El jueves pasado, en varias ocasiones me descubrí a mi misma prácticamente tumbada sobre los sillones de mimbre del Savor, cómoda y tranquilamente, cómo quien descansa en el sillón de su casa... Y es que la familia Pastor Guerra me hace sentir así, cómo en casa.
Pero dejo que Neftalí Hernández, con el que fue un verdadero placer compartir la noche, os cuente cómo lo vio él.
El calor ha llegado a Salamanca comiéndose la primavera. Las noches animan a la gente a salir de sus casas y disfrutar de la ciudad. Y un disfrute que yo tuve el jueves fue acudir al concierto de Luis Pastor acompañado de Jara, fiel admiradora del mundo cantautoril en general y de Luis en particular. Pero no estábamos solos.
A pesar de que un emergente Andrés Suárez desgranaba su repertorio en El Corrillo, un buen surtido de gentes diversas esperábamos a que Luis nos mostrara sus últimas canciones. Incluso unos periodistas de alguna plataforma extremeña nos acompañaron.
Luis, su mujer Lourdes y su hijo Pedro se subieron al escenario y ya declararon su intención de tocar de principio a fin su nuevo disco “Qué fue de los cantautores”. Iniciando con “Soy”, y continuando con la canción que da título al disco, fue demostrando por qué es uno de los clásicos de la canción española, más allá de etiquetas. Después vinieron temas como “Gaviota a volar”, “Fado destino de mar”, el folclórico “Flor de cerezo” dedicado al Valle del Jerte, o “Corazón dolido”, dedicado a “tod@s l@s que sabemos qué es eso”.
Pero Luis no estaba sólo. Su mujer y su hijo llenaban un escenario gracias a su dominio de la voz y de la guitarra respectivamente. Éste último, Pedro, nos mostró con toda la gracia y la picardía del mundo, por qué debíamos comprar su maqueta: “este fin de semana van a ser las fiestas de mi barrio, toca Marea…”. Es sorprendente su dominio de la guitarra, y su mezcla tan fresca entre la canción de autor más tradicional y el rap en temas como “Renacimiento” o “No te lo crees ni tú”.
La vuelta de Luis al escenario de nuevo estuvo acompañada de una invitación para que nuestro cantautor, Andrés Sudón, subiera al escenario. Ándres declaró su felicidad por estar con “la familia Pastor”, una familia a la que quiere. Ambos entonaron el clásico “Ángel caído” con una notable emoción y entrega. A continuación, Luis entonó “Flor de Jara” y algunos temas ya elevados a la categoría de clásicos, hasta despedirse con el conocido “Aguas abril” junto a su fiel compañera.
A lo largo de todo el concierto, Luis nos contaba anécdotas varias: cómo casi se convirtió en un “niño prodigio” en un concurso en su infancia emigrada a Madrid, su relación con personalidades tan relevantes como el Nobel José Saramago o la recientemente fallecida Cesária Évora, o su lucha por reivindicar valores como la democracia, la libertad, la república o la lucha de clases. Porque Luis es eso: emoción en todo lo que dice y hace. Y la sabe transmitir como nadie. Por ello, fuimos un@s afortunad@s al poder compartir esa velada casi veraniega con él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario