El miércoles camino del trabajo sonaba "Déjame entrar" en el ipod mientras atravesaba la Plaza Mayor, bajo el cielo azul, el sol de otoño y el frío de invierno, asomando entre infinitas vueltas de mi bufanda nueva sentía un poco más de distancia, había pasado "el gran día", ya no me podían las ganas de directo, el disco era, y es, el mismo, pero yo lo escuchaba más reposada y lo sentía más cerca.
Se que no es a eso a lo que se refería, pero yo entiendo la música a mi manera, y me quedo con aquella charla en un corrillo después del concierto en la que alguien decía que para hablar de los discos se necesita distancia temporal. Y yo, con una semana, he notado la diferencia. No supe explicarme bien en el post del otro día, me dejaron un sabor agridulce mis letras nada certeras que no explicaban lo que yo quería... espero que, con una semana de por medio, salga algo más fiel.
19/11/10 - César Rodriguez con banda. http://www.cesar-rodriguez.com/
Presentación "Déjame Entrar"
Teatro Lara, Madrid.
Después de una dilatada espera en el hall del Teatro Lara, animada por fotos, saludos y charlas de puesta al día con antiguos compañeros de conciertos, y conociendo también algunas caras nuevas, tomamos asiento en las butacas. La mía junto al pasillo, así pongo la cámara sobre el reposabrazos, y tengo un poco más de libertad de movimiento por si a la espalda le da por doler.
Mientras los últimos se acomodan me giro y miro para todos los lados buscando rostros conocidos… estoy nerviosa y boquiabierta, el teatro es precioso. Mi acompañante me señala el reflejo de luz de los platillos en el fondo del escenario… son como hojas de otoño, y también tiemblan nerviosas.
Saltan al escenario Finfano, Míguez, Toledo y Peñalver y arrancan los primeros aplausos. Después aparece César y arden las manos. Se muerde el labio inferior, está nervioso y escucharle “Muchas gracias por venir a todos y a todas” es regresión, nudo, escalofrío y lágrima… comienza “La noche kedada”. Se deshacen los metros, es el mismo de siempre, aunque el escenario gana altura, llega el calor hasta las butacas y el retraso y los problemas de sonido se olvidan.
“La Clave” con pandero cuadrado marcando ritmo y violín suavizando, despierta risas entre el público, aunque no tantas como los monólogos entre canción y canción. Sigue igual que siempre, la arroba del chat del irc queda vieja, y ahora es tiempo de facebook. La anécdota de la noche una foto subida en tiempo real a la red social. Después aprendí el significado de “geek”, y él lo es, vaya que si lo es.
No se que tiene la guitarra de “Colisión” que me gusta especialmente.
Para “Verás cómo al final” se queda a solas con Iván, delicado al hang, y es entonces cuando la voz de César crece, desnuda y directa… emocionando tanto o más que los tarareos del público.
Con una solemne y agradecida presentación entra Antonio de Pinto a escena, culpable directo de este proyecto, ha estado detrás de todo el proceso de grabación, y en este caso acompaña con la guitarra de doce cuerdas en “Déjame Entrar”, adornada también con el piano de Míguez.
Se sube al taburete para proyectar “Hoy me senté” hasta el último rincón del Lara, todo es noche, o madrugada y dos amigos hablan sinceros resguardados del frío en un portal después de un concierto, o dos amigas haciendo tiempo entre cafés antes de otro concierto años después.
Sigue con una pieza instrumental que recuerda a viejas canciones, y da paso, entre risas, a una que se quedó fuera del disco, “Vuelve”. Y después se acompaña de todos los músicos e invitados de la noche para interpretar “Cortando Rosas”. Risas de nuevo junto a su buen amigo Israel Jiménez, autor de “Refrescándome el aire”, canción que algunos creen del propio César, y a otros nos lleva directamente hasta bares del centro de Madrid con columnas y paredes de colores anaranjados dónde tantas veces les hemos visto cantarla juntos.
“Echarte de menos” sin cuatro, pero con las guitarras de los dos Antonios, gana cadencias latinas y anima al bailoteo… el público aplaude y tararea, hasta se arranca con el bonito detalle de los “uoooooooh” de las versiones en directo de hace años.
Vuelve a hacer referencia a de Pinto, esta vez a su último trabajo “En mi rincón”, (en el que él participa con voces en “1+1”) y canta “Teatro de Marionetas”, apuntando al palco y la platea, entre soldaditos de plomo haciendo instrucción al ritmo que Iván les marca, mecido por la eléctrica del Toledo, mientras yo imagino videoclips con Antonio de Pinto saliendo por el pasillo central, guitarra en mano, dejando atrás una marioneta de hilos tirada en el escenario sin manos que la muevan.
Después del “Interludio” viene “Tira de mi”, cañera cómo en el disco, “Con la cabeza agachada”, la que más le ha gustado del disco a ella, “la que empieza con el sonido de la puerta” me decía él, de la que yo me olvidé de hablar en la reseña (anda que…), 100% César Rodríguez.
Se que no es a eso a lo que se refería, pero yo entiendo la música a mi manera, y me quedo con aquella charla en un corrillo después del concierto en la que alguien decía que para hablar de los discos se necesita distancia temporal. Y yo, con una semana, he notado la diferencia. No supe explicarme bien en el post del otro día, me dejaron un sabor agridulce mis letras nada certeras que no explicaban lo que yo quería... espero que, con una semana de por medio, salga algo más fiel.
19/11/10 - César Rodriguez con banda. http://www.cesar-rodriguez.com/
Presentación "Déjame Entrar"
Teatro Lara, Madrid.
Después de una dilatada espera en el hall del Teatro Lara, animada por fotos, saludos y charlas de puesta al día con antiguos compañeros de conciertos, y conociendo también algunas caras nuevas, tomamos asiento en las butacas. La mía junto al pasillo, así pongo la cámara sobre el reposabrazos, y tengo un poco más de libertad de movimiento por si a la espalda le da por doler.
Mientras los últimos se acomodan me giro y miro para todos los lados buscando rostros conocidos… estoy nerviosa y boquiabierta, el teatro es precioso. Mi acompañante me señala el reflejo de luz de los platillos en el fondo del escenario… son como hojas de otoño, y también tiemblan nerviosas.
Saltan al escenario Finfano, Míguez, Toledo y Peñalver y arrancan los primeros aplausos. Después aparece César y arden las manos. Se muerde el labio inferior, está nervioso y escucharle “Muchas gracias por venir a todos y a todas” es regresión, nudo, escalofrío y lágrima… comienza “La noche kedada”. Se deshacen los metros, es el mismo de siempre, aunque el escenario gana altura, llega el calor hasta las butacas y el retraso y los problemas de sonido se olvidan.
“La Clave” con pandero cuadrado marcando ritmo y violín suavizando, despierta risas entre el público, aunque no tantas como los monólogos entre canción y canción. Sigue igual que siempre, la arroba del chat del irc queda vieja, y ahora es tiempo de facebook. La anécdota de la noche una foto subida en tiempo real a la red social. Después aprendí el significado de “geek”, y él lo es, vaya que si lo es.
No se que tiene la guitarra de “Colisión” que me gusta especialmente.
Para “Verás cómo al final” se queda a solas con Iván, delicado al hang, y es entonces cuando la voz de César crece, desnuda y directa… emocionando tanto o más que los tarareos del público.
Con una solemne y agradecida presentación entra Antonio de Pinto a escena, culpable directo de este proyecto, ha estado detrás de todo el proceso de grabación, y en este caso acompaña con la guitarra de doce cuerdas en “Déjame Entrar”, adornada también con el piano de Míguez.
Se sube al taburete para proyectar “Hoy me senté” hasta el último rincón del Lara, todo es noche, o madrugada y dos amigos hablan sinceros resguardados del frío en un portal después de un concierto, o dos amigas haciendo tiempo entre cafés antes de otro concierto años después.
Sigue con una pieza instrumental que recuerda a viejas canciones, y da paso, entre risas, a una que se quedó fuera del disco, “Vuelve”. Y después se acompaña de todos los músicos e invitados de la noche para interpretar “Cortando Rosas”. Risas de nuevo junto a su buen amigo Israel Jiménez, autor de “Refrescándome el aire”, canción que algunos creen del propio César, y a otros nos lleva directamente hasta bares del centro de Madrid con columnas y paredes de colores anaranjados dónde tantas veces les hemos visto cantarla juntos.
“Echarte de menos” sin cuatro, pero con las guitarras de los dos Antonios, gana cadencias latinas y anima al bailoteo… el público aplaude y tararea, hasta se arranca con el bonito detalle de los “uoooooooh” de las versiones en directo de hace años.
Vuelve a hacer referencia a de Pinto, esta vez a su último trabajo “En mi rincón”, (en el que él participa con voces en “1+1”) y canta “Teatro de Marionetas”, apuntando al palco y la platea, entre soldaditos de plomo haciendo instrucción al ritmo que Iván les marca, mecido por la eléctrica del Toledo, mientras yo imagino videoclips con Antonio de Pinto saliendo por el pasillo central, guitarra en mano, dejando atrás una marioneta de hilos tirada en el escenario sin manos que la muevan.
Después del “Interludio” viene “Tira de mi”, cañera cómo en el disco, “Con la cabeza agachada”, la que más le ha gustado del disco a ella, “la que empieza con el sonido de la puerta” me decía él, de la que yo me olvidé de hablar en la reseña (anda que…), 100% César Rodríguez.
Sin guitarra, con las manos en los bolsillos, “La mejor forma de tener las cosas claras” es un hostal en Tirso de Molina en mayo de 2003.
Sonó aquella mañana en Onda Cero, pero también se acordó de las bocas de seguidores y amigos que hablan de él siempre que pueden, “En la sombra”, con detalles de Peñalver y la tinaja del percusionista multiinstrumentista Iván.
Cierra con los músicos en pie y su principio de intenciones “En eso me baso”, para dar paso a "La noche kedada" de nuevo, esta vez con el teatro en pie, partícipe de la fiesta, de este día tan importante para César, y para todos.
Y tras una cerrada ovación, sin extraviarse en pantalones de infancia, vuelve con el bonus track del disco, en solitario y sobre el taburete, “Bienvenida” suena más tierna con esos nervios en la voz.
Procura sujetarme no ser que me lleve el aire… “Espérame en la cama” es otra de las tantas que se ha quedado fuera del disco y tiene a bien regalarnos… y una más, “Te extraño”… mi favorita, susurra ella… y no me explico como no me había fijado antes… era hoy el día… la letra se clava y me encojo.
Sonó aquella mañana en Onda Cero, pero también se acordó de las bocas de seguidores y amigos que hablan de él siempre que pueden, “En la sombra”, con detalles de Peñalver y la tinaja del percusionista multiinstrumentista Iván.
Cierra con los músicos en pie y su principio de intenciones “En eso me baso”, para dar paso a "La noche kedada" de nuevo, esta vez con el teatro en pie, partícipe de la fiesta, de este día tan importante para César, y para todos.
Y tras una cerrada ovación, sin extraviarse en pantalones de infancia, vuelve con el bonus track del disco, en solitario y sobre el taburete, “Bienvenida” suena más tierna con esos nervios en la voz.
Procura sujetarme no ser que me lleve el aire… “Espérame en la cama” es otra de las tantas que se ha quedado fuera del disco y tiene a bien regalarnos… y una más, “Te extraño”… mi favorita, susurra ella… y no me explico como no me había fijado antes… era hoy el día… la letra se clava y me encojo.
Queda despedirme y que quieras oírme,
no me queda nada pero antes de irme,
me queda decirte, lo mucho que te quiero...
no me queda nada pero antes de irme,
me queda decirte, lo mucho que te quiero...
2 comentarios:
Me encanta leerte : ) qué bien lo cuentas...
mola! cada vez escribes mejor :)
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