Cada vez tengo más dudas sobre los micromecenazgos. Sigo comprando algunos de ellos, pero me los tomo como un pago por adelantado del disco que igualmente compraría, nada más y nada menos.
Lo demás me parece poco honesto por su parte, vender humo, dotar la música de envoltorio y vestirlo de emociones. Mezclar música con cercanía y complicidad, y mercantilizarlas.
Y dicho esto, dos proyectos más a los que sumarse con pago previo. Visítenlos, y si les gustan, compren su participación.
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